Mientras el Dr. Bill, nuestro librepensador Director de Creación de Whisky, disfrutaba de una

taza de su café jamaicano favorito Blue Mountain, la idea de Signet se le ocurrió por primera

vez. De inmediato, su mente se llenó de sabores de moca en espiral que no podía olvidar.

Le llevaría años dar vida a nuestro whisky sin precedentes. Pero en sus tonos de tiramisú y

chocolate derretido, se pueden degustar sus más deliciosas imaginaciones.

Signet comienza con nuestro precioso licor de malta de chocolate, elaborado solo una vez al

año en nuestros alambiques de jirafa. Su intensidad similar a la del espresso llena nuestra

destilería de aromas más familiares en una cafetería italiana.

A lo largo de los años, atemperamos su poder con barricas raras y preciadas. Bourbon para cremosidad. Jerez para la dulzura. La especia del roble virgen carbonizado. Todo equilibrado por algunos de los whiskies más antiguos que poseemos.

¿El resultado? Una explosión aterciopelada de sabor. Ráfagas de moca amargo, especias chisporroteantes y olas de chocolate negro, suavizadas por un suave caramelo. Whisky, como nunca antes lo habías probado.